El colgante de lapislázuli ha sido apreciado durante siglos por su intenso color azul y sus propiedades espirituales y curativas. Este colgante está compuesto por lapislázuli y otras piedras como calcita y pirita. Se cree que su uso en joyería y artes decorativas se remonta al antiguo Egipto, donde era muy apreciada y a menudo se utilizaba para crear amuletos y otros objetos protectores.
Los colgantes se suelen crear a partir de un trozo de lapislázuli de alta calidad, que se corta y pule cuidadosamente para obtener una superficie lisa. El color azul oscuro de la lapislázuli resalta en la superficie pulida del colgante, creando un efecto hermoso e hipnótico.
El sencillo engaste resalta la belleza de la lapislázuli, mientras que la elegante forma del colgante añade un toque de sofisticación y refinamiento a la pieza.
Se dice que llevar un colgante de lapislázuli tiene varias propiedades curativas. Algunas de las propiedades curativas del colgante de lapislázuli son: poder interior, verdad interior, magia positiva, amistad, confianza en uno mismo, manifestación, amor, purificación, confianza en uno mismo e intuición.
El color azul intenso de la piedra se asocia con el chakra de la garganta y se dice que ayuda a la comunicación, la autoexpresión y la creatividad. La lapislázuli tiene varias propiedades curativas físicas, como la reducción de la inflamación y el dolor y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
De hecho, la lapislázuli es una hermosa piedra de color azul intenso con un elegante despliegue de color. Y, sin duda, es una maravillosa pieza de joyería que puede ser una gran elección para llevar a diario. Así que hazte con este impresionante colgante en forma de gota de lapislázuli y crea un look a la moda.